3 de abril de 2012

Robaron y golpearon a un comunero de Recoleta



Marcelo y Matías Lanusse relataron el violento robo sufrido en su departamento en Recoleta. 


Alerta por ola de robos en Recoleta
En 24 horas atacaron a dos familias que viven con dos cuadras de diferencia; sospechan de una misma banda
Por Mariano Gaik Aldrovandi  Jueves 01 de marzo de 2012 

Entraron a su edificio, los ataron y les robaron. Los dos hechos, de similares características, tuvieron lugar este fin de semana. Uno, el sábado a la noche; el otro, el domingo último.
Matías Lanusse, de 29 años y comunero por Recoleta, volvía a su departamento situado en el octavo piso de Montevideo 1558. Al llegar vio a una mujer de unos 27 años, prolijamente vestida, sentada en la entrada del edificio que lo saludó. "Yo le devolví el saludo, apoyé mi bolso en el piso y abrí la puerta. En ese momento la joven se me acercó y un hombre salió de un Volkswagen Fox blanco que había estacionado en la puerta, me apoyó un arma en la espalda y me dijo que entrara", contó Matías. Un tercer delincuente quedó en el auto, comunicado por radio con la pareja que ingresó en el edificio.
Allí empezó una violenta secuencia que duró casi cuatro horas. "Me pegaron culatazos en el ascensor", dijo. Una vez dentro del departamento, lo ataron, le pidieron dinero y le preguntaron quién más estaba en la casa. Sus padres estaban en su dormitorio.
"Yo estaba trabajando en mi escritorio con la computadora y vi una silueta que se acercó. «¿Y vos quién sos?», pregunté, y el hombre me apuntó con un arma y me respondió: «El que te viene a robar»", relató Marcelo Lanusse, de 59 años, ingeniero agrónomo, padre de Matías y primo del ex fiscal Pablo Lanusse.
El hombre obligó a Marcelo a tirarse en el piso. "Me dijo que había averiguado todo sobre mí y que sabía que tenía dinero, pero no me dio precisiones, por lo que supuse que no sabían nada e intenté enfrentarlo. Ahí la situación se tornó más tensa. Me pegaron en la cabeza varias veces y se formó un charco de sangre en el piso", contó Marcelo. "Luego nos ataron más fuerte a los dos, uniendo los nudos de pies y manos por la espalda, y nos amordazaron", contó Marcelo.
La mujer se quedó vigilando a Matías y a su padre, y el hombre, de unos 30 años y pelo oscuro rapado, fue en busca de la madre, que dormía en el cuarto. Luego de atarla, revisaron varios muebles y tomaron alhajas, dinero en efectivo y aparatos electrónicos. "Mientras tanto, el que quedó abajo les decía que estaba todo tranquilo. A las 4 y media se fueron y nos dejaron sin llaves."
Mariana hablaba por teléfono con un chico que la iba a pasar a buscar para salir por primera vez cuando sonó el timbre de la puerta de servicio de su casa, situada en el 1er. piso de Montevideo 1332.
Eran las 23 del sábado y, con miedo, se dirigió a la puerta sin cortar la conversación. "«Del cuarto piso», fue lo que escuché decir a una mujer. Yo pensé que era una vecina que pedía ayuda y abrí." Del otro lado de la puerta apareció una mujer acompañada de tres hombres que la amenazaron con un arma. "No me hagan nada", llegó a decir. Los ladrones vieron que Mariana mantenía una conversación telefónica y actuaron rápido.
"Se pusieron nerviosos. Me ataron las manos, me preguntaron por una caja fuerte y yo les dije que no había ninguna. Revisaron algunos muebles, pero ni siquiera vieron que había dinero", contó la víctima. Los delincuentes se fueron a los pocos minutos con una computadora. El chico que hablaba con ella había escuchado la súplica de Mariana y llamó a la policía, que llegó a los pocos minutos, aunque no logró detener a nadie.´

OTROS DOS HECHOS EN EL MISMO BARRIO
A principios de diciembre, Santiago Lanusse llegaba a su departamento, situado en Ayacucho al 2100, cuando sorprendió a cuatro ladrones que estaban vaciando su vivienda. En ese momento, uno de los delincuentes lo golpeó y huyó con los objetos de valor que lograron tomar del inmueble. La misma banda irrumpió en los departamentos de los pisos 1° y 7°, donde golpeó y asaltó a dos mujeres mayores de 70 años. Dos meses antes, dos ladrones se descolgaron con una soga, entraron en otra casa de la misma cuadra y se llevaron objetos de arte. Hasta ayer, la policía no logró detener a ningún sospechoso por esos casos.

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