FOTO: El párroco Julio Torres, un hombre solidario con su comunidad.
Tras la tapa del diario Popular diversos canales de telvisión, diarios nacionales e internacionales, radios, agencias de noticias nacionales e internacionales, publicaron acerca de los sistemáticos y violentos robos en la iglesia Patrocinio de San José, a cargo desde hace una década de Julio Torres. La situación de la iglesia es otra. Allí nos reunimos desde hace más de un mes los vecinos de Recoleta y los miembros de la Fundación Alameda para erradicar a las bandas criminales que asolan la Comuna 2. Por ello construimos el Mapa del Crimen Organizado, se realizó un cacerolazo con mil personas, y demás denuncias penales como escraches. Julio y Patrocinio no están solos. Aquí la nota en Clarín.
“Yo soy el párroco pero no soy el
dueño del lugar y tengo que cuidar este patrimonio. Que nos roben nos preocupa
y ante eso tenemos que cuidarnos más ¿Cómo? A través de seguridad, poniendo
gente e instalando cámaras que filman de manera constante . Es apenas
una medida preventiva, con la que intentamos disuadir”.
El que habla es el cura Julio Torres,
quien está al frente de la Parroquia Patrocinio San José, ubicada en la calle
Ayacucho al 1000, a media cuadra de la avenida Santa Fe, en pleno
barrio de Recoleta .
Según le explicó Torres a Clarín , luego
de un violento asalto que sufrieron tiempo atrás en la secretaría parroquial
–con una mujer golpeada y algunos feligreses tomados de rehén– decidieron poner
un custodio privado en la entrada de la iglesia para vigilar.
Luego de otros dos robos, en la
iglesia resolvieron reforzar las medidas e instalaron un sistema de cámaras de
vigilancia en algunos puntos del edificio. “La idea es evitar que nos roben,
disuadir. El primer hecho fue bastante violento , con
armas y con varias personas que quedaron atadas mientras robaban”, contó el
párroco. Y agregó: “Uno se asusta ante cosas así. Yo tengo que cuidar de mis
feligreses y aquello generó mucha inquietud. Y luego fuimos ampliando un poco
las medidas de seguridad”. El cura relató que el mapa de la inseguridad de
Recoleta –que se conoció recientemente– fue diseñado en su parroquia tras
varias reuniones con vecinos y con gente de la ONG “La Alameda”. “Todo surgió
como una coincidencia y yo venía de una experiencia previa de trabajo en
Saavedra. Hay un incremento de la delincuencia y nosotros
no estamos exentos . Y una manera para evitar eso es empezar a
tomar medidas inclusivas”, concluyó.
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