http://kindofjournal.blogspot.com.ar/2012/10/inseguridad-en-recoleta-entre-los.html
Son más
de 700 las denuncias por asaltos en la calle y robos a edificios en Barrio
Norte que se realizaron en los últimos meses. Además existen acusaciones por la
instalación de narco-prostíbulos y delivery de drogas. El mercado
de inmuebles también se perjudica.
“Recoleta
no está en una situación de inseguridad, es mayor la sensación que las cosas
que en realidad suceden”, afirmaba en 2007 Ricardo Raúl Pedace, comisario
encargado de la Comisaría 17 perteneciente a ese barrio porteño[i].
Actualmente ni policías, comerciantes y vecinos de la zona pueden sostener esta
creencia. No sólo ellos son los afectados por la ola de delitos que se vive,
sino también el mercado inmobiliario se ve perjudicado.
“Hay
dos segmentos afectados en el rubro inmobiliario: el de los inversionistas, que
está paralizado en una situación de incertidumbre y el genuino, donde hay que
dar muchas explicaciones para poder concretar las operaciones ya que la gente
está confundida”, sostiene Aníbal Zappettini, socio de J.Gancedo
Propiedades, una inmobiliaria ubicada en Recoleta. A pesar de la
inseguridad actual que vive el barrio, Zappettini piensa que la calidad de vida
es diferente y por eso el metro cuadrado sigue siendo el más caro. Según una
investigación realizada por el Instituto de Economía de la Universidad
Argentina de la Empresa (UADE), Recoleta es el lugar más costoso para un
inquilino ya que por cada metro cuadrado se debe pagar $47,80 por mes.[ii]
Por
otro lado, son muchos los factores que hoy hacen del emblemático barrio un
territorio dudoso e inestable. En mayo de este año se dio a conocer en los
medios de comunicación el mapa de delito hecho por los habitantes de Barrio
Norte, donde se muestran cuatro “zonas rojas” marcadas por los asaltos con
armas, robos en edificios y venta y consumo de drogas. El presidente de la
Asociación Barrio Recoleta, Nelson Durisotti, explicó que “tres de esas zonas
ya aparecían en el mapa de junio de 2011: plaza Houssay, plaza Emilio Mitre y
la zona comprendida por el hospital Rivadavia, el colegio San Agustín y la
Biblioteca Nacional, y la nueva es la intersección de Avenida del Libertador y
Callao". Además de exigir al Gobierno porteño un plan de seguridad, aclaró
que han recibido numerosas denuncias relacionadas con departamentos privados
donde se ejerce la prostitución y lugares que funcionan como prostíbulos (Ver
anexo 1).[iii]
A
partir de esto, varios vecinos propusieron armar una asambleaen la parroquia
Patrocinio de San José –que ya fue asaltada tres veces- para reflejar la
experiencia del barrio y relacionarse con la gente para que se informe y
denuncien los delitos. Estas convenciones se realizan cada quince días en el
marco del grupo Recoleta Insegura, que surgió a partir de las denuncias
realizadas vinculadas con los narco-prostíbulos del barrio.“Tenemos un
respaldo muy importante del propio cardenal arzobispo de la Ciudad de Buenos
Aires, Jorge Mario Bergoglio, que está apoyando este trabajo que tiene que ver
con la inseguridad desde el punto de vista de crimen organizado y mafias,
uniéndonos entre todos más allá de las diferencias religiosas o políticas”,
explica Lucas Schaerer, periodista del diario digital Agenda Oculta, cuyo
objetivo es “mostrar realidades que se ocultan o disimulan detrás de muchas de
las verdades que nos ofrecen los grandes medios” y miembro activo de Recoleta
Insegura (Verrecuadro
2).
No
obstante, al publicarse el mapa del delito la ministra de Seguridad Nilda Garré
dijo que “no es una zona de instalación del narcotráfico” y que cree que
“Recoleta no es un lugar especialmente complicado en esa problemática”[iv].
Sin embargo, los vecinos no comparten ese punto de vista. Julia Bustos
vive hace diez años en Ayacucho al 900 y pudo ver la transformación del barrio:
cuando llegó era una cuadra tranquila, luego fue testigo de la venta de
droga en un cyber-café y en el último año fue asaltada tres veces: “Los fines de semana y feriados son
los días más peligrosos para andar en la zona, los delincuentes aprovechan que
hay menos movimiento y si te ven solo no dudan en arrebatarte el celular, plata
o lo que puedan”. En cambio,
una vecina de Guido y Junín, Valeria Taberner, vive una realidad diferente: “Vivo en el corazón de Recoleta,
frente al cementerio, hace cuatro años y nunca tuve problemas de inseguridad,
es cuestión de tener precaución acá y en cualquier lugar. Creo que se está
exagerando la situación cuando se habla de pánico en el barrio”.
A pesar
de que no todos los residentes vivan con miedo, las cifras son alarmantes. Al
carecer de datos oficiales, la Asociación Barrio Recoleta dio a conocer su
propia estadística: los hechos delictivos en los últimos cuatro meses
aumentaron un 38% en comparación con el año anterior, mientras que los asaltos
a comercios incrementaron un 78% (Veranexo
2).Mientras tanto, a pesar de que el gobierno de la ciudad
incorporó a la Policía Metropolitana en el sector para que se adhieran a sus
pares, Nelson Durisotti declaró que “hay una inteligencia que está teniendo la
delincuencia que no la están teniendo la Policía ni las autoridades para evitar
el delito”. El agente Luis Balena de la Comisaría 17 respondió a esta acusación
diciendo que los ladrones no tienen ni un cuarto de la inteligencia que tienen
ellos y que trabajan más horas ya que le acortaron los francos para poder
incrementar el personal policial en todo el barrio.
Lo
cierto es que, así como se multiplica la presencia de policías, los delitos
también crecen. Y no sólo los vecinos son los que tienen cuidarse, sino que
incluso el sector inmobiliario debe proteger su mercado. ¿Continuará esta
pesadilla que está viviendo Recoleta o se logrará, de a poco, que pertenezca al
pasado?
[i] Entrevista publicada en la página Conozca Recoleta en el
año 2007. (http://www.conozcarecoleta.com.ar/)
[ii] El estudio se dio a conocer en marzo de 2012, en el cual
se mostraron los precios de alquileres promedio en las zonas más solicitadas
por los inquilinos de Capital Federal entre septiembre y noviembre del
año anterior.
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